Biografía
John Williams (1922-1994) es autor de pocos libros y de vida tranquila. Trabajó como profesor universitario durante casi toda su vida y, aunque fue un autor leído en su tiempo y que incluso ganó el National Book Award por su novela El hijo de César en 1973, ha sido en estos últimos años cuando su nombre ha agarrado más fuerza y sus libros, más lectores.
Lamentablemente sus novelas son únicamente cuatro; y la primera de ellas, Nothing But the Night, fue despreciada por su autor poco después de su publicación en 1948, lo que nos deja solo tres lecturas: Butcher’s Crossing, Stoner y El hijo de César, que hoy se encuentran en varios idiomas –incluido el español- pero que en su momento fueron tan mal publicitadas que es casi milagroso que hayan pasado a una segunda edición // Por Soledad Rodillo en Fundación La Fuente.
La novela perfecta
Charles J. Shields señala en su biografía de Williams, The Man Who Wrote the Perfect Novel: John Williams, Stoner and the Writing Life , que “los lectores de historias y biografías tienen la ventaja de conocer el final de la historia, pero para la persona que la vive, la oscuridad está por todas partes”. Shields muestra a los lectores la inseguridad que llevó a Williams a la excelencia en su carrera como escritor. Su determinación por triunfar como escritor lo llevó a tomar atajos en su vida personal y profesional, en detrimento de sí mismo y de los demás // Por Michael T. Fournier en The Millions.
Primer atisbo de genialidad
Un valor claro de leer Nothing but the Night es el mismo que el de leer las primeras obras de cualquier gran escritor: es un placer notar fragmentos del estilo naciente y de las ideas que finalmente perfeccionaron. Sin duda, hay mucho aquí para los grandes fanáticos de Williams: breves fragmentos de descripciones exuberantes se superponen con la batalla del protagonista con la soledad y el estancamiento, un tropo de la obra madura del escritor. Y si bien es difícil imaginar que el libro se sostenga por sí solo, sin la reputación de Stoner, hay muchos momentos de ajuste de cuentas existencial convincentes, alentados por una buena escritura.// Por Quinn Myers en Chicago Review the Books.
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below