
Biografía
Nace en La Mantilla (La Habana) en 1955. Estudia Literatura Latinoamericana en la Universidad de La Habana. A partir de 1980, se dedica al periodismo, redactando reportajes de historia y cultura para medios como la revista literaria El caimán barbudo o el periódico Juventud rebelde. Asimismo, se convierte en jefe de redacción de La Gaceta de Cuba. En 1988 publica su primera novela, Fiebre de caballos, con la que comienza una exitosa trayectoria literaria. Pero no es hasta la publicación de la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Mario Conde cuando obtiene un mayor reconocimiento. Su popularidad a nivel internacional vendrá de la mano de la novela histórica El hombre que amaba a los perros (2009), que profundiza en la historia de Cuba e indaga en la vida de Ramón Mercader, el asesino de Leon Trotski // En Instituto Cervantes.
Entrevista
Al finalizar una novela, “siento un vacío que asocio a veces con la posibilidad de la muerte. Una novela es un mundo y si ese mundo no funciona, la novela no funciona. Muchas veces uno ve que una novela no funciona. ¿Qué falló? Que el autor no fue capaz de crear esa sensación de que tú entras en un mundo que tiene una lógica, una coherencia, una correspondencia entre las actitudes de los personajes, los contextos… Una novela como El hombre que amaba los perros, por ejemplo, fueron cinco años de trabajo, dos de pura investigación y tres de escritura sin dejar de investigar cosas terribles: los procesos en Moscú, la traición a la República Española por parte de los soviéticos, la creación del personaje de Ramón Mercader como asesino. Estás metido en ese mundo y cuando sales, sientes un vacío que es un poco doloroso aunque hayas estado en un mundo tan pétreo como ese” // En Tiempo Argentino.
Entrevista
“Una de las pretensiones que debe tener el escritor cuando enfrenta la creación de la obra literaria es que, aunque esté hablando de asuntos extremadamente locales, de procesos que ocurren en un contexto determinado, el texto tenga una proyección universal. Cuando el personaje de Mario Conde siente todo este desencanto, ese pesimismo refleja una situación universal. De pronto me pregunto qué podemos tener en común un escritor cubano y un lector lituano cuando se traduce una de mis novelas al lituano y pienso que es la universalidad de los conflictos que vive el personaje y la manera en que lo refleja” // En revista Generación (Colombia).
El refugio de la relectura
Sería sencillamente estúpido afirmar que ayer se escribía mejor que hoy. Ejemplos (no citaré ninguno) pueden demostrar que ayer se escribió muy mal y que hoy todavía se escribe muy bien. Sólo que la mala literatura del pasado es parte del pasado y del olvido, y la buena está asentada en la memoria cultural que nos acompaña hasta hoy. Pero la mala literatura del presente, aun cuando también está condenada al olvido, cuenta con una maquinaria publicitaria de una potencia inusitada y, lamentablemente, convence a una parte notable de esa cada vez más exigua cantidad de lectores que en el mundo son // Por Leornardo Padura en La memoria y el olvido (2012).
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below