Biografía
Escritor, ensayista, guionista y letrista inglés nacido el 17 de abril de 1957 en Surrey, Reino Unido. Su primer libro fue un relato autobiográfico titulado Fever Pitch, publicado en 1992. Recibió el premio William Hill Sports Book of the Year Award. Tras el éxito del libro, Hornby empezó a publicar sus artículos en Sunday Times, Times Literary Supplement y Time Out, además de escribir críticas musicales para The New Yorker. Su segunda obra fue una novela titulada Alta fidelidad, publicada en 1995 // En Famous Authors.
Entrevista
“Creo que en los últimos 20 años algunas de las mejores novelas escritas, por así decirlo, o escritos que cumplen la función de una novela, han estado en Netflix y HBO. La escritura es complicada, la trama es complicada. Tiene subtexto y la gente responde a él de una manera que, por desgracia, no ocurre con los libros. No es muy diferente de la ficción dickensiana, en la que mucha gente ve episodios semanales de algo que es muy ambicioso en escala y alcance” // En The Guardian.
¿Por qué nos gusta la música que nos gusta?
Nuestras preferencias musicales, como sucede con otros tipos de preferencias, están influidas también por lo que hemos experimentado antes, y por si el resultado de esa experiencia fue positivo o negativo (…) Los tipos de sonidos, ritmos y texturas musicales que nos resultan agradables son en general ampliaciones de experiencias positivas previas que hemos tenido con la música a lo largo de la vida // Por Daniel Levitin.
Hablemos de gustos
Poco después de Kant y Hume, cuyas contribuciones fueron de las más destacadas dentro de una disputa mucho más extendida, la filosofía decidió archivar en gran medida la idea de la veracidad del gusto. El “hombre con gusto” se convirtió en una caricatura, una figura salida de una obra de Molière o de Oscar Wilde, el dandi que dedica más atención a formalidades y a cuestiones estilísticas que a valores más profundos // Por Carl Wilson.
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below