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Samanta Schweblin

Lectura

de

Buenos Aires, Argentina, 1978

Reseña en La Escalera

Mi noche con Samanta Schweblin

Biografía

Nació en 1978 en Buenos Aires, donde estudió cine y televisión. Sus primeros libros de cuentos, El núcleo del disturbio y Pájaros en la boca, obtuvieron, entre otros, los premios Fondo Nacional de las Artes y Casa de las Américas. Traducida a más de veinticinco lenguas y becada por distintas instituciones, Samanta Schweblin ha vivido brevemente en México, Italia y China. Reside actualmente en Berlín, donde escribe y dicta talleres literarios // Leer en Páginas de Espuma.

Entrevista

“La sorpresa más linda es en realidad la más esperada, y es cuando un lector lee el tono, la emoción y la idea de un cuento tal como yo quería que se leyera. Es una sorpresa porque ese espejo exacto es también un milagro. Es como haber trabajado durante años para enviar una señal a otro planeta y de pronto obtener una respuesta. Pero a veces hay lectores que leen todavía más allá, y encuentran cosas que uno no había visto y son muy valiosas” // En La Nación.

Entrevista

“Escribo muy atenta a mi cuerpo, al impacto que cada palabra o cada línea tiene sobre mi propia atención. Si la historia me abruma demasiado, no funciona. Si la historia me suelta demasiado, tampoco, y lo que sea que prometí en el medio, para mantenerme atenta, tengo que entregarlo en las últimas páginas. Si no, el recorrido no habrá servido de nada” // Leer en Revista de la Universidad de México.

El género fantástico

La crítica en torno a la literatura fantástica (…) ha sido inagotable durante el siglo XX pero escasos son los acuerdos en cuanto a sus rasgos constitutivos (...) Su propia taxonomía es ya un interrogante a la hora de convenir si se trata de un género, de un subgénero, de un modo o una modalidad literaria, o de una categoría estética o narrativa (…) En general, podemos decir que la literatura fantástica da vía a una narración cuya estructura conceptual y lingüística se sustenta entre dos códigos antagónicos como son, por un lado, la representación cotidiana de la realidad y, al mismo tiempo, la materialización de lo que es imposible o al menos de aquello que no se puede explicar por la razón // Por Lola López Martín.

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El núcleo del disturbio

Siete casas vacías

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Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano

El hombre en suspenso / Saul Below

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