La discusión doble
- Francisco Vallenilla
- 24 jun
- 2 Min. de lectura
300 palabras sobre Arte, de Yasmina Reza

Sergio, Marcos e Iván son tres amigos entrañables ahora envueltos en un disenso inédito, tanto que el poderoso lazo de su unión corre el riesgo de desintegrarse. Sergio es un dermatólogo exitoso y amante del arte, una combinación de dinero y sensibilidad que desemboca en ese cuadro blanco con unas tenues líneas de otro blanco apenas diferente, de un metro sesenta por un metro veinte, exhibido en su apartamento. A Marcos le parece que ha pagado una cantidad obscena por esa pintura, aparte de que la dificultad de distinguir los trazos transversales le causa la impresión de estar frente a una sábana blanca tensada en un bastidor. Ha sido categórico: es una mierda. Iván, el conciliador del trío, luego de ser advertido por Marcos de la locura de Sergio, lo ha visitado y visto el Antrios. El nombre del artista no le dice nada, como tampoco a Marcos, solo que Iván no descarta la posibilidad de apreciar lo que ese cuadro, en efecto casi todo albo, le pueda comunicar o incluso que le llegue a conmover. Discuten en la casa de Sergio, donde se han citado para salir a cenar, y están al borde de la ruptura cuando el orgulloso propietario le arroja un rotulador a Marcos: “Adelante. ¡Adelante!”, le dice. “¡Están locos de remate los dos!”, advierte Iván… Arte (1999), de Yasmina Reza, da para debatir qué es arte: ¿es lo que la red social de curadores, museos, críticos, coleccionistas, artistas y otros que gravitan en el mundo del arte deciden que es o una obra artística es tal porque encarna, en sí misma, un significado, como defiende el filósofo Arthur C. Danto en Qué es arte (2013)? Pero, antes que dirimir este asunto, lo que hacen Sergio, Marcos e Iván es reconocer las delicadas sensibilidades de la amistad.