
Biografía
Mishima era hijo de un alto funcionario y asistió a la aristocrática Escuela de los Pares de Tokio. Durante la Segunda Guerra Mundial, al no cumplir los requisitos físicos para el servicio militar, trabajó en una fábrica de Tokio, y tras la guerra estudió Derecho en la Universidad de Tokio. Su primera novela, Kamen no kokuhaku (1949; Confesiones de una máscara), le valió una aclamación inmediata, y comenzó a dedicar todas sus energías a la escritura // En Enciclopedia Británica.
Vida y muerte del último samurái
…Yukio Mishima se mentalizó para —una vez más— avenirse al reto que le había trazado su padre y cumplirlo. Sería el escritor con el que él también soñaba: renombrado en Japón y el autor de mayor relieve de las letras niponas en el ámbito internacional, que todavía seguía contando. Fue así como concibió una novela corta, que tendría que ser inexcusablemente una pieza maestra. De este modo, nació Confesiones de una máscara. Y pensó que habría de comenzar a escribirla el 25 de noviembre de 1948; y no por casualidad, otro 25 de noviembre, el de 1970, tendría que poner fin a su vida del modo como había idealizado // Por Isidro-Juan Palacios en WMagazín.
Mishima o la visión del vacío
Siempre es difícil juzgar a un escritor contemporáneo: carecemos de perspectiva. Y aún es más difícil juzgarlo si pertenece a una civilización que no es la nuestra y con lo cual entran en juego el atractivo del exotismo y la desconfianza ante el exotismo. Esas posibilidades de equívoco aumentan cuando, como ocurre con Yukio Mishima, el escritor ha absorbido ávidamente los elementos de su propia cultura y los de Occidente // Por Marguerite Yourcenar.
Entrevista
“Creo que el camino de la espada y de la pluma, en definitiva, no se debe bifurcar. Se trata de un dualismo sumamente difícil de llevar a la práctica (…) Cuando, por ejemplo, me entrego a algo como a un movimiento ideológico y mis escritos no reciben una influencia de él, aunque sea mínima, la sensación que tengo es de derrota. Si me ocupo de una novela, cuando me pongo a escribirla, quiero volcarme en ella con toda la energía que puedo sacar de dentro de mí” // En Últimas palabras de Yukio Mishima.
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below