
Biografía
Nació el 23 de septiembre de 1934 en Hjoggböle, una aldea mil kilómetros al norte de Estocolmo. De aquel lugar de 80 habitantes salieron seis escritores. “El aislamiento y la endogamia producen locos y artistas”, explicaba él con una sonrisa. Sus libros no hacen concesiones, pero él era un hombre risueño, amable y hablador. Desde sus casi dos metros de altura, podía contarte que, de niño, su madre le tenía prohibido todo lo que más tarde marcaría su vida: ir al cine y al teatro, bailar y jugar al fútbol. Practicaba una forma de extremo pietismo luterano que marcó a su hijo sin amargarlo. Perdió antes la fe que el humor, pero ambas cosas están presentes en su extensa obra // En El País.
Entrevista
Escribe con total libertad: no sin un plan, sino dejando que el texto se desarrolle mientras teclea, con la seguridad de que siempre puede tirarlo por la mañana. “Nadie puede leerlo, y eso es una buena sensación”. Describe su técnica de escritura errante como si se adentrara en un bosque. “Durante el primer mes no sabes por dónde van los caminos, pero después de tres meses te das cuenta de que no puedes perderte. Esa es la sensación: que el bosque tiene muchas alternativas, pero no puedes tomar el camino equivocado” // En The Guardian.
Entrevista
“Si te educan como a mí leyendo y releyendo la Biblia, es muy difícil desentenderse de todo eso. He visto que gente tan metida como yo en el cristianismo se rebela a los 18 años. No fue mi caso. A mí se me fue desvaneciendo. Pero te quedan las cuestiones existenciales: lo bueno, lo malo, el cielo, el infierno. No sé las respuestas, pero nunca te desentiendes de las preguntas” // En El País.
Amor a primera vista, ¿qué dice la ciencia?
“¿Qué es el amor? El amor es una cosa diferente para cada persona. Pero, como científica, creo que deriva principalmente de tres circuitos cerebrales: el deseo sexual, el amor romántico y el apego. Se trata de sistemas cerebrales diferentes. Creo que el deseo sexual te hace buscar un amplio abanico de compañeros; que el amor romántico te permite concentrar tu energía en uno solo, y el tercer sistema cerebral, el del apego, te permite quedarte con esa persona al menos hasta educar a un hijo durante su infancia” // Entrevista con la neurobióloga y antropóloga Helen E. Fisher en Aprendamos juntos 2030.
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below