Biografía
Antonio Di Benedetto, después del reconocimiento de su obra durante las décadas del cincuenta al ochenta, por colegas, críticos y avezados lectores, fue un escritor algo olvidado desde su encarcelamiento en 1976 por el golpe cívico-militar instaurado en la Argentina, el exilio vivido en Europa desde su liberación en 1978 hasta 1984. Sin embargo, desde fines del siglo pasado y comienzo del XXI, la reedición de sus libros ha tenido una considerable repercusión literaria // En Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Di Benedetto: una escritura secreta
Acaso la escritura de Antonio Di Benedetto nunca pierda del todo una cierta vinculación con el mundo del secreto. De hecho, la del secreto es una noción que aparece con frecuencia cuando se trata de caracterizar a Di Benedetto como escritor, o el lugar que su obra ocupa en la literatura argentina (y en la literatura sin más): un escritor secreto o casi secreto, una escritura secreta o casi secreta. Como si esta condición fundante de alguna manera lo determinara, cada una de las iniciativas que se han tomado para dar a conocer su obra asume, diciéndolo o dejándolo entender, la forma de una develación // Por Martín Kohan en revista Haroldo.
Un estilo sin precedentes
En la literatura argentina, Di Benedetto es uno de los pocos escritores que ha sabido elaborar un estilo propio, fundado en la exactitud y en la economía y que, a pesar de su laconismo y de su aparente pobreza, se modula en muchos matices, coloquiales o reflexivos, descriptivos o líricos, y es de una eficacia sorprendente // Del prólogo de Juan José Saer a la edición conjunta de Zama, El silenciero y Los suicidas.
La distracción y la ignorancia
Sorprende, de la obra narrativa de Antonio Di Benedetto (Mendoza, 1922-Buenos Aires, 1986), su vocación por desquiciar las formas sin rituales que organicen la afectación. El suyo es un camino discreto, que apuesta a la coherencia filosófica y a un distanciamiento reflexivo capaz de delatar toda impostura. Hay algo del orden del extrañamiento pertinaz frente al mundo, que se agazapa en la selección lexical y en el fraseo, incluso en esos textos periodísticos que apuestan a una comunicación plena // Por Jimena Néspolo en Letras Libres.
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano"
Saul Below
El hombre en suspenso