
Biografía
Escritor y poeta italiano (1920-1996) nacido en Comiso, Sicilia. A los 11 años escribió su primer soneto y descubrió a Baudelaire, a partir de una traducción en prosa italiana al francés. En 1939 ganó un premio de prosa latina en Sicilia, que le fue entregado por el duce Benito Mussolini. Combatió en la Segunda Guerra Mundial, siendo apresado por los alemanes al día siguiente del armisticio. Logró escapar, pero al poco tiempo enfermó de tuberculosis y fue internado en un sanatorio cerca de Palermo. Después retornó a su ciudad natal, dónde se dedicó a la enseñanza. Desde entonces vivió siempre en esta ciudad italiana. Dedicado sobre todo a la poesía, no escribió su primera novela hasta los 51 años, Perorata del apestado (1971) // En Anagrama.
Memoria y tiempo en la obra de Bufalino
La memoria es, en la visión bufaliniana, “la débil medicina que se opone a las supersticiones de la muerte, es una prótesis que intenta sustituir a la vida; una prótesis infiel, que a menudo se parece a un sueño del pasado” // Por Guadalupe Arbona Abascal en Cuadernos de Filología Italiana (Universidad Complutense de Madrid).
Entrevista
“Ah, sí, los sueños de la memoria. Si recuerda, empleo tres verbos: ‘Ve’, esto es, representa fielmente el pasado. ‘No ve’, en los casos que se enceguece, es decir, en el olvido, y ‘estravede’, esto es, la memoria visionaria que transfigura los hechos. ¿Usted de niño ha estado alguna vez en un jardín que después, cuando grande, pensó que era inmenso? Creo que es una experiencia de todos. Y luego, al volver a verlo, se da cuenta que no es más grande que una pequeña habitación. Estos son los sueños de la memoria: la deformaciones que la memoria introduce porque ella es también creadora, es el instrumento poético del cual se sirve el escritor para después inventar un pasado” // En El Mercurio (Chile).
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano"
Saul Below
El hombre en suspenso