La construcción del otro
- Francisco Vallenilla
- hace 5 días
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Actualizado: hace 4 días
300 palabras sobre X, de Percival Everett

En 1996, los escritores chilenos Alberto Fuguet y Sergio Gómez publicaron una antología de cuentos de jóvenes latinoamericanos, McOndo, y autores mexicanos sacaron el Manifiesto Crack. Ambos insurgían contra la mirada extranjera que había encasillado a la literatura latinoamericana en el realismo mágico. Lo que se esperaba siempre de ella eran historias de tono realista en las que, con total naturalidad, irrumpieran elementos extraños que asombraran al lector, sepultando así la variedad temática y la innovación estilística de la narrativa de la región. Como sus pares latinoamericanos, Thelonius “Monk” Ellison ve que sus novelas no encajan en el canon definido por el mercado estadounidense para los narradores afroamericanos. Que escriba sobre la auténtica y dura vida de los negros, en lugar de parodias de postestructuralistas franceses, le aconseja su agente. Justo cuando a él le rechazan su última obra por “densa”, una escritora ha publicado un superventas en el que el gueto “se nos aparece con todo su exótico misterio”, según una entusiasta reseña periodística; está basado en las vivencias de la autora cuando contaba doce años y estuvo dos días con unos parientes en Harlem. Por circunstancias de su vida familiar, Monk necesita más dinero del que gana como profesor universitario y autor desestimado, así que escribe con seudónimo una obra a gusto de los editores… Con la escisión de la identidad de su personaje, Percival Everett critica en X (2001) la expectativa editorial que reafirma estereotipos sobre los afroamericanos y, al mismo tiempo, destaca que las experiencias de estos pueden ser tan normales como las de cualquiera. “La raza es la clasificación de una especie y nosotros somos la raza humana, sin más. Entonces ¿qué es esa otra cosa, la hostilidad, el racismo social, la creación del Otro?”, se pregunta Toni Morrison en El origen de los otros.