Un desafío de representación
- Francisco Vallenilla
- hace 5 días
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Actualizado: hace 4 días
300 palabras sobre HHhH, de Laurent Binet

Reinhard Heydrich fue jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich y protector de Bohemia y Moravia (Checoslovaquia) entre 1941 y 1942. Figura destacada de la “solución final” para el exterminio físico de los judíos, Heydrich fue nombrado en este último cargo para poner fin a la resistencia en el protectorado, muy activa desde la invasión nazi a la Unión Soviética, en junio de 1941. Con una mezcla de represión y otorgamiento de beneficios laborales para los checos que se equiparaban a los de los alemanes, en medio año logró reducir los sabotajes de forma significativa. Una pacificación de la que él fue tanto artífice y ejemplo, como víctima: viajaba por Praga en un vehículo abierto, sin especiales medidas de seguridad, y un día, cuando iba camino al aeropuerto, dos paracaidistas checos lograron arrojar una granada contra su vehículo. Murió a los pocos días debido a la infección causada por las heridas en una pierna y en la espalda. Esta es la historia evocada en HHhH (siglas de Himmlers Hirn heißt Heydrich/El cerebro de Himmler se llama Heydrich), del francés Laurent Binet, quien novela el episodio y, a la vez, refiere el proceso cumplido para su escritura. Se documentó casi hasta la demencia sobre la Segunda Guerra Mundial y, aun así, no dejó de estar acosado por dudas razonables sobre si algunos hechos habían ocurrido tal y como los encontraba narrados en documentos y libros. En algunos casos, ante la profundidad de los interrogantes, prefirió obviar ciertos aspectos. HHhH es citada por Antonio Monegal en El silencio de la guerra —donde trata sobre el desafío de representación de la experiencia bélica— porque tematiza “el reto de recuperar la verdad histórica: ¿cómo acceder a la memoria de unos acontecimientos que no nos pertenecen, de los que no hemos sido testigos?”.